Filosofías de vida para ser feliz.
Para ser feliz.
Quizás pueda parecer extraño, ilógico o hasta inadmisible para alguien, que en un momento en que aún seguimos con el Covid y en el mundo hay guerras, quiera hablar de la felicidad.
Justamente lo hago por creer, que cuando hay sol, se puede elegir ir al campo o a la playa, pero en momentos de tormentas, lo que mejor viene es un paraguas y algo de lo que van a leer, puede servir a ese fin.
Filosofías de vida para ser feliz, ha habido y hay muchas. Desde las que se hicieron famosas en la antigüedad, hasta las que se siguen practicando hoy en día y he querido traer algunas para que puedan escoger, si gustan.
Epicureísmo.
Esa corriente helenística que surgió en Atenas hacia finales del siglo IV ANE, promulgaba, fundamentalmente, que obtener el placer es lo principal y tener una vida tranquila, el punto máximo a lograr.
Estoicismo.
Fundado entre el siglo III y el II ANE, también en Atenas, se basaba en que todo se movía por la Ley de causa y efecto, y que con valentía, autocontrol y tolerancia, se alcanzaba la felicidad a pesar de cualquier circunstancia.
Ikigai.
Concepto que nació entre el 794 y el 1185, en Japón, tiene como premisa descubrir algo en lo que ser bueno, que aporte a los demás y a la vez la persona sienta placer al realizarlo, porque sube la autoestima, hace sentir bien y conduce a la felicidad.
Hygge.
De Dinamarca, el hygge, podría interpretarse como lo acogedor o lo agradable y se sustenta, entre otros aspectos, en reducir el interés por lo material y crear momentos buenos.
Sentirse bien, “como en casa”, donde se esté; desprenderse de preocupaciones; premiarse con un dulce, una bebida caliente, algo que apetezca. Es buscar la armonía, la unión y la comodidad.
Lagom.
En sueco y para los suecos, esta palabra viene a ser algo como “ni mucho ni poco, en su justa medida” que es tomar más conciencia del cuerpo, las emociones y lo importante de la paz y el bienestar más allá de lo que se quiere o se aspira.
Aceptar los sentimientos sin magnificar ni valorar incorrectamente, ninguna emoción que se experimente, a partir de entender que no siempre todo va a ser genial y así, las preocupaciones y los miedos pierden el protagonismo, terminan por alejarse y la persona se siente feliz y en paz.
El Fika.
También de Suecia, lleva más o menos la misma filosofía del Lagom, pero aplicado al trabajo y son esos momentos a media mañana y a media tarde, en que los suecos hacen un alto en la jornada laboral para tomar alguna merienda. Puede ser desde un café a un yogur con algo más, porque lo importante no es lo que se ingiere, es el no hacerlo con prisa ni solos, sino estrechando lazos con los compañeros porque descansa, mejora el ánimo y la productividad.
Pura vida.
En Costa Rica, más que una frase muy utilizada para indicar que se está bien o que todo está bien, el “Pura vida” es una forma de vivir que se centra en concentrarse en lo realmente importante y no preocuparse por las cosas pequeñas. El no ir con prisas, relajarse y disfrutar todo lo que se pueda. Para los costarricenses, por ejemplo, el tomar un café, se traduce, también, en disfrutar del aroma que despide y lo que se siente al beber.
Petta reddast.
La filosofía sencilla, en apariencia, de Islandia, enmarca una gran sabiduría al formular:
“Todo saldrá bien. No puedes hacer nada, pero prepárate para que todo acabe funcionando bien” porque si bien es cierto, que nunca podemos tener el control de todo y que muchas cosas no buenas suceden, el proyectarse en la aceptación y la posible mejora o solución hace que pueda, como ellos dicen, terminar yendo bien.
Y para que no piensen que lo que pongo aquí son solo sitios en los que existe “calidad de vida”, he dejado para el final un país “herido” en muchos sentidos, que también tiene su propia fórmula, para disfrutar de la vida.
Tarab.
En Siria, tienen para su mejoría espiritual, que de cierto modo les ayuda a afrontar mejor la vida, el oír composiciones tradicionales, escritas para ser interpretadas con el ud, un instrumento musical que es una especie de laúd.
Esas piezas melódicas, con una duración entre treinta minutos y una hora, los hace sentir un éxtasis emocional tan intenso que los transporta a la felicidad y por ello lo hacen siempre que pueden.
Espero y deseo que les haya gustado y sobre todo, que les pueda ayudar en algo.
Mis filosofías preferidas, el Hygge y el Petta reddast y las suyas ¿Me lo dicen en los comentarios? Gracias.
Un saludo y nos vemos por aquí. Los espero.
Buenas tardes, me ha gustado mucho Pura vida, la UD instrumento musical treinta minutos a una hora y Todo saldrá bien. Me ha encantado, gracias por compartir.
ResponderEliminarGracias a ti, por leer, comentar y hacer una valoración tan bonita. Un saludo grande.
EliminarMuy interesante. Sigue así, me gusta tú contenido.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y valoración, algo así aumenta el entusiasmo para continuar. Un saludo grande.
EliminarNo conocía casi ninguna. Fascinante material para luego profundizar.
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro.
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