La ouija, mito o realidad.

 

'Alt="La foto muestra el tablero de una ouija.


Para los que nunca la hayan visto u oído hablar de ella, aunque lo dudo, la ouija o güija, según recomienda la RAE en castellano (la pueden ver en la foto) es un tablero de cartón o madera con letras y números impresos, que en una esquina dice sí, en la otra no, debajo tiene escrito adiós y se completa con una pieza que sirve de puntero. 


Hay quienes lo sustituyen por un vaso al fabricarlas caseras, para según se va moviendo ir señalando la respuesta a la pregunta que le han hecho. 

La ouija, mito o realidad.


Por supuesto que los creyentes en sus facultades de adivinación, dicen que los seres espirituales son los que mueven la pieza. Por el contrario, la ciencia y más específicamente la psicología, ha explicado que lo que puede ocurrir para que se produzca ese movimiento por el tablero, obedece a alguna de las razones que verán a continuación.

 Efecto ideomotor. Los movimientos son impulsados por los propios pensamientos.

 Movimiento subconsciente. La propia persona la mueve sin darse cuenta de que lo está haciendo.

Algo que según plantean también puede ocurrir en el caso de la escritura mecánica, de la que hablaré otro día.


¿Cómo surgió la ouija?


Estudios de un destacado historiador, muestran que el surgimiento de la ouija tuvo lugar en el s. XIX, en medio del auge del espiritismo que se estaba desarrollando en Europa y Estados Unidos, alcanzando a todos los niveles y estratos sociales, incluso hasta la propia esposa del Presidente Abraham Lincoln, que quería contactar con su hijo de once años fallecido.

En este terreno tan fértil, a varios inversores se les ocurrió la idea de unirse con el fin de fabricar algo parlante para quienes quisieran entrar en contacto con los seres que habían perdido. 

Tomaron como base un elemental tablero que era usado en los campamentos espiritistas de Ohio, Estados Unidos, lo mejoraron y para ponerle el nombre se sentaron alrededor de la tabla y preguntaron qué nombre quería llevar. 

Según contaron la tabla respondió OUIJA y aunque mucho se ha dicho sobre que es un sí en francés y un no en alemán, ellos explicaron que al preguntarle qué significaba, el artefacto o quien estuviera detrás respondió, buena suerte. 

Algo similar ocurrió cuando lo fueron a patentar y el funcionario encargado de hacerlo, vio como se marcaba solo el nombre ouija. 

Rápidamente logró un enorme éxito por ser considerado divertido aunque también extraño y peligroso. A partir de ahí, década tras década ha ido sumando a su nombre historias misteriosas y sangrientas aunque sus defensores plantean que es por usarlo de forma indebida.

Y ahora les voy a contar una anécdota real. Cuando tenía 13 años, jugué de manera oculta con unas amigas a la ouija y pregunté cómo se llamaría el primer novio que tendría. Para no alargar la historia, les puedo decir que coincidió, pero era un nombre muy común, así que no sé si fue adivinación. 


Deseo que les haya gustado "La ouija, mito o realidad" ¿Me dejan un comentario? Gracias.

Un saludo y nos vemos por aquí, con más curiosidades y misterios. Los espero.


También pueden leer:

Historias detrás de la ouija.



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