El lado turbio de la inteligencia artificial.
Para quienes no estén muy al tanto del tema, la inteligencia artificial (IA), son sistemas informáticos que a través de procesadores, software y máquinas, tratan de imitar la mente humana, para aprender, solucionar y realizar trabajos como las personas.
Hasta ahora, porque algunos de los que se encuentran inmersos en su desarrollo, creen que en un futuro no lejano, podrían llegar a pensar y actuar por sí mismas. De hecho se empieza a escuchar que pueden llegar a inventar cosas o a mentir.
La IA, la podemos encontrar en los sectores más diversos e importantes y va en aumento. Muestra de ello es que después de que se diera a conocer, hace unos meses, un chip con la forma de una moneda pequeña, que se implantaría en el cerebro, quitando previamente una parte igual del mismo, para según sus creadores, ayudar con problemas cerebrales, ha salido otro a la palestra.
Hecho con un material que recuerda a una cinta de película y más fina que un cabello humano, que se introduciría mediante una incisión en la superficie del cerebro, parecido a poner una tarjeta dentro de un sobre y que según han explicado, representaría una ventaja para personas mudas o con parálisis, pero también para todos aquellos que sin tener ninguna afección, deseen manejar desde ahí sus redes sociales.
Llegados a este punto y siendo total partidaria, de todo lo que pueda ayudar a otra persona y absoluta seguidora de la ciencia, la tecnología y los avances, me surgen varias dudas.
— Si desde hace mucho hackean cualquier dispositivo, incluso los más sofisticados y protegidos, por qué los que saben hackear ¿No van a encontrar una forma de entrar en esos artilugios? Por ejemplo en las cabezas.
— Partiendo de que esos sistemas, por más inteligentes que sean, no tienen conciencia ni idea de lo bueno y lo malo, porque solo se basan en datos que les introducen ¿Cómo podrían acertar en esferas en las que eso se puede necesitar?
— Quiénes van a legislar, hasta dónde pueden actuar esas maquinitas, decidiendo lo que sí y lo que no.
— Con el tiempo y el cada vez mayor crecimiento ¿Llegará a ser obligatorio su uso?
— Quién puede asegurar que sea imposible, que a través de esos circuitos, un determinado grupo, con poder para hacerlo o las propias máquinas, envíen ideas u órdenes, que puedan esclavizar a la mayoría, terminemos de sumisos robotizados y la vida que les espere a nuestros nietos y biznietos, sea similar a algunas de las películas, de ciencia ficción que hemos visto o peor.
Espero que Alexa, Gemini y Copilot, no se enfaden conmigo y que a ustedes les haya gustado el lado turbio de la inteligencia artificial.
¿Me dejan un comentario? No importa si no están de acuerdo. Libertad de expresión hasta en el pelo.
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Un saludo y nos vemos por aquí., con más curiosidades y misterios. Los espero.
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