Curiosidades: Trabajos más raros de antes y de ahora.
Han existido y existen ocupaciones que aunque sean necesarias, a los demás nos pueden parecer bastante extrañas y hoy les he querido traer algunas.
Trabajos raros de antes.
Limpiador de heces.
Durante el reinado de Enrique VIII, en la Inglaterra del siglo XVI, había un trabajo al que aspiraban todos los cortesanos por el nivel de posición y poder que les confería y era el de limpiar el culo al rey.
Resurreccionistas.
El surgimiento de esta ocupación se remonta al 1550 y su duración llegó hasta casi los finales de 1800. Los que hacían esto se dedicaron a desenterrar cadáveres humanos para vender a escuelas de medicina y hospitales.
Despertadores humanos.
A mitad del siglo XIX, con la industrialización cada vez más en marcha, surgieron los despertadores humanos, que tenían la misión de que los trabajadores llegaran a su hora a las fábricas y lo hacían valiéndose de varas o cañas de bambú con las que golpeaban puertas y ventanas hasta asegurarse de que las personas estuvieran despiertas.
Oyentes del cielo.
En la Primera Guerra Mundial, en que aún no existían los radares, para los ejércitos era imprescindible escuchar los sonidos del cielo porque significaba la victoria o la muerte, así que había personas que realizaban esa escucha con enormes aparatos localizadores.
Recogedores de bolos.
En la actualidad con la automatización ya no hace falta, pero hasta hace unas décadas atrás los que trabajaban en esto los tenía que recoger y organizar.
Trabajos raros de ahora.
Mamporrero.
El mamporrero se dedica a guiar el pene de caballos y otros animales, hasta la vagina de las hembras y en otros casos a extraer el semen, para la inseminación artificial, por lo que tienen que introducir su brazo a través de la vagina.
Buzo para pelotas de golf.
Son los responsables de recoger las pelotas, del fondo de los estanques, que se encuentran en el recorrido y parece un trabajo divertido, hasta que tienes que hurgar en el lodo o encontrarte cara a cara, con una serpiente o un cocodrilo.
Probador de juguetes sexuales.
En un mercado que mueve al año más de 15,000 millones, claro que tiene que haber quienes los prueban, para comprobar que funcionan bien.
Escritor de galletas de la fortuna.
Su labor es redactar frases y mensajes que puedan gustar a los que las consumen.
Probador de papel higiénico.
Muy bien pagado, los que lo realizan deben poseer buen olfato y buen tacto para poder testar los productos que le entregan.
Afilador de lápices.
Consiste como ya se ve por el nombre, en afilar lápices utilizando las maquinillas para ver si van bien y no rompen la punta.
Sexador de pollos.
Este es un trabajo que requiere tres años de formación y aunque está bien pagado, es difícil encontrar candidatos. Consiste en observar 12 horas al día, el trasero de los pollos para determinar el sexo de cada uno, en menos de 4 segundos y solo puede haber un margen de error entre el 2 y el 3%.
Tirador de dados.
Muy importante en los casinos, trabajan lanzando los dados para comprobar que son fiables.
Oledor de axilas.
Trabajan para los productores de desodorantes y su trabajo consiste en habitaciones cerradas o al aire libre, oler hasta 60 axilas por hora.
Abrazador de osos panda.
Su trabajo es estar en contacto los 365 días del año, compartiendo todos sus momentos y abrazando a esos graciosos animalitos, en peligro de extinción.
¿Los conocían? ¿Se apuntarían a alguno de ellos? ¿Me lo dicen en los comentarios? Yo al último. ;-)
Deseo que les haya gustado conocer los "Trabajos más raros de antes y de ahora". Un saludo y nos vemos por aquí, con más curiosidades y secretos. Los espero.
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